Gracias a las clases de práctica de presencia y desarrollo de la intuición con Antonio, estoy empezando a distinguir con más claridad lo que es el sentir corporal del ruido mental y emocional. Para mí, esta práctica está siendo esencial para aprender a reconocer las vivencias que impactan en el cuerpo. Es una herramienta valiosa para quienes trabajamos con la energía y el cuerpo, porque afina la percepción hacia una presencia cada vez más sutil y profunda.
El taller de presencia me ha servido para sentir más y mejor mi cuerpo. Escuchar, poner el foco en mi, estar atenta y darme cuenta de cómo lo que pasa fuera tiene repercusión en mi cuerpo. Suceden cosas que me ponen tensa o me encogen el estómago o me hacen sentir liviana y respirar mejor. Antes de que llegue a poner pensamientos o palabras mi cuerpo ya ha captado los estímulos del exterior y ya ha decidido si son una amenaza o no. Creo que estar presente es la clave para darme cuenta cuanto antes de que se ha producido un choque biológico y poner una solución más rápida.
El taller fue muy práctico. Me gustó que en poco tiempo pudimos experimentar el sentir de nuestro cuerpo, conectarnos a él, estar presente, de una manera que no solamos hacer. Al usar la técnica regularmente, mi sentir se afina, mi presencia se desarrolla cada vez más. Me gustó que los ejercicios fueron progresivos y que seguían una secuencia lógica. Tengo muchas ganas de hacer otro taller.
Tuve la suerte de conocer al Dr. Antonio Molinero a través de su profundo conocimiento sobre el cuerpo y las emociones, pero con el tiempo descubrí que su sabiduría va mucho más allá de la medicina convencional española. No solo es un gran médico dentro de la medicina oficial, sino que también es un experto en Nueva Medicina Germánica, con una visión holística y profundamente humana de la salud. Lo que realmente hace especial a Antonio es su capacidad de integrar distintas disciplinas en su práctica. Su conocimiento del chamanismo y de la obra de Carlos Castaneda es impresionante y yo tuve la oportunidad de asistir a un taller sobre la técnica de recapitulación que impartió. Fue una experiencia transformadora: una herramienta poderosa para liberar bloqueos energéticos y emocionales del pasado, que me permitió un nivel de sanación y autoconocimiento difícil de encontrar en otros enfoques. Antonio es una persona polifacética, con un entendimiento integral de cuerpo, mente y espíritu, y con una enorme implicación en el bienestar de quienes acuden a él. Recomiendo encarecidamente cualquier formación o tratamiento con él, porque sin duda te ayudará a ampliar tu conciencia y a conocerte mejor en todos los niveles.
En la práctica de presencia he aprendido a estar atenta. Atenta a cada interacción de mi cuerpo con las cosas, las situaciones, las personas, los olores, lo que sea. Atenta a cómo responde mi cuerpo ante cada interacción... con solo 7 minutos de observación nos conectamos de una manera intensa a esa parte más biológica y menos racional de nuestra naturaleza que nos hace entender mejor nuestras vivencias.
La presencia es la magia de acercarse a uno mismo, de descubrirse, de ser consciente, de sorprenderse. El taller de presencia fue como un viaje a través de los sentidos que me acerco a reconectar conmigo.
Participar en estas prácticas de presencia y desarrollo de la intuición ha sido una experiencia transformadora. Al principio me costaba mantener la atención en el momento presente, pero con ejercicios simples como la respiración consciente y la observación sin juicio, empecé a notar cambios. No se trata de algo “mágico”, sino de aprender a escuchar, a confiar y a estar realmente presente. Recomiendo estas prácticas a cualquiera que busque claridad, equilibrio y una relación más profunda consigo mismo.